Una de las cosas malas que tiene internet es que te lleva por los caminos más recónditos de su laberinto, cuando queres acordar estás buscando en Google cómo masajearte el dedo gordo del pie para que no se te encarne la uña del dedo gordo del otro pie. Y de esta forma fue que llegué a encontrar la definición de la palabra verbo. Resulta que “el verbo es una palabra, con estructura bimembre, que indica acción (comer, dormir, jugar, correr, saltar, pensar, dibujar), estado de ánimo (reír, llorar, parecer, suspirar, soñar) o acontecimientos de la naturaleza (nevar, llover, temblar).”
Ya que me aparezca en rojo y subrayado “estructura bimembre” me da como para hacer dos o tres chascarrillos, desde que el señor Verbo tiene dos miembros, llegando a la conclusión que debe ser oriundo de Japón o de Ucrania que parece que está de moda en esos lares tener más de un miembro, verde y fluorescente… pero no me quiero centrar en el chiste fácil y tonto que tanto me caracteriza.
Lo que realmente me llamó la atención de esto, es que cuando pone el ejemplo de una acción, aparece la palabra “dormir”, cuando leí dormir, entendí por qué la humanidad está como está. Claro, porque una acción puede ser: roncar, acomodar la sábana, girar la almohada para tener la parte más fresquita en la cara, pero ¿dormir? ¿En serio? ¿Lo vamos a calificar como una acción? ¡Si no hacemos nada!
Bueno no hacer nada es un decir, porque en realidad a veces cuesta dormirse, cuando sos niño le tenés miedo al cuco de abajo de la cama, con lo cual te proteges tapándote con la sábana hasta la cabeza, si realmente hubiera un cuco debajo de la cama seguramente le indigesten las sábanas, o bien la idea de comer niño envuelto no le seduce. Ya de adolescente las razones que te mantienen despierto son otras, a no ser que mires una película de terror, si, esas películas nos retrotraen al niño que fuimos, y esto nos lleva a hacer una de las acciones menos inteligentes a lo largo de la historia de la humanidad, mirar debajo de la cama; pero si está ahí el cuco, ¿qué hacemos? ¡No tenemos plan B!, ¡nos come y punto! El adolescente además del miedo, lo mantiene despierto otra cosa, tener en el pensamiento el chico o chica que le gusta, eso y las pajas, es que van de la mano(tucu tum pss)… y eso que todavía no nombré internet como dispositivo de insomnio… ¡que hay ahí porno gratis!
Podemos llegar a la conclusión que a medida que crecemos tenemos, la cantidad de dispositivos de insomnio va aumentando potencialmente… pero nosotros seguimos recurriendo a técnicas de somnolencia ancestrales, como es “contar ovejas”, este método hay que admitir que es efectivo, porque no hay bicho más aburrido que una oveja y uno se duerme del aburrimiento, pero puede provocar mal humor cuando te perdés en la cuenta y tenés que meterlas al corral de nuevo para contarlas otra vez… es todo un tema. Además es una solución solo para la gente simplista. Porque hay personas que no saben cómo imaginarse a las ovejas, si esquilada, negra, blanca saltando el corral, por un pasillo cercado de madera, en el campo, alrededor de su cama (si de paso salen de abajo de la cama, te haces una ensalada bárbara pensando que el cuco dejó abierto el corral y, a la mierda sueño: “hola sábana hasta la cabeza”). Si contar ovejas falla, un vaso de leche tibia es la pócima del sueño, que no falla ni que te mandes unas líneas de merca. Lo complicado acá es que da pereza calentar la leche en el cazo, pero si la calentas en el microondas, el “peep” a las 3 de la mañana es capaz de despertar a toda la cuadra.
En definitiva, pienso que a dormir le dieron un lugar dentro de los verbos, porque cuando uno no se duerme, tiene que “hacer” muchas cosas para lograr ese estado tan deseado de descanso y cuando lo lográs, no falta ese vecino hijo de puta que acaba de calentar su vaso de leche en el microondas y te despierta.
¿Cuál es tu técnica para dormirte?