Hay un gran filósofo contemporáneo que dice “el camino es la recompensa”. Cómo se nota que ese señor no sale de un boliche en invierno a las 6 de la mañana y tiene que emprender el camino hacia su casa en ómnibus… en ese momento te cagas en el camino y pagarías tu peso en oro por tener la capacidad de teletransportarte.
Esto es algo que a todo viajante nocturno se le ha ocurrido, y no contento solo con pensarlo, si está con alguien se lo comenta… Si está solo y lo comenta igual, tengo malas noticias para ese individuo, pero depende del estado etílico en sangre, si es elevado, no hay problema, puede comentar en voz alta todo lo que quiera, eso sí, ojo con las cunetas al caminar, están más cerca de lo que realmente se ven, lo digo desde la experiencia, las cunetas de este país son traicioneras, nada tiene que ver con el alcohol, son las cunetas mismas que están malditas y lo aspiran a uno cual agujero negro de película en el espacio exterior no explorado.
Volviendo al tema de la teletransportación, habilidad que sería maravillosa de tener, como para no tener que perder tiempo viajando de un lado para otro como hormigas en un hormiguero, o en cualquier lado, total las hormigas andan parriba y pabajo todo el día en todos lados… Pero tratando de no irme por las ramas (donde también hay hormigas), sigamos con la teletransportación, sin dudas tendría muchos pro, pero también muchos contra, pero no voy a enumerar a ninguno, porque no me interesa, sino que vamos a ver los hechos factibles que aparecerían en caso de existir dicha habilidad de tan larga palabra para escribir y que además Word no la toma como propia, me la quiere partir en tele transportación, cosa con la cual no estoy de acuerdo porque yo no quiero transportar televisores (chiste fácil que no podía dejar de hacer, aunque podría separar la palabra en tres: tele trans portación, lo cual querría decir travestis en la tele portable).
Siguiendo con los hechos que surgieran de la posibilidad de tener dicha palabra dentro de nuestro abanico de habilidades (me zarpé usé la palabra abanico). No existirían más las calles, puesto que no las necesitaríamos más, ni tampoco estropearíamos el medio ambiente con los vehículos a combustión, nos sentiríamos como ciudadanos del mundo y no de determinado país o continente porque podríamos pertenecer a cualquier lado en el momento que quisiéramos, no nos ataríamos a las cosas materiales ya que sería muy fácil que nos las roben… O sea que mejoramos la Tierra, eliminamos fronteras y nos desapegamos de lo material!!!
Solo con eso yo ya estoy a favor de la teletransportación, así que señor Dios, largue el referéndum nomás para pegarnos una habilitada de teletransportarnos, queremos teletransportación legal ya! Y como no levante ese referéndum en breve, le vamos a ir a cortar los puentes al cielo, porque nosotros los ambientalistas de la teletransportación no andamos con chiquitas, le vamos a piquetear el pulgatorio ese que tiene ahí y le vamos a cagar a pedradas el Carlos Gutiérrez (casa de electrodomésticos) del Cielo.